¿Qué es una biopsia de pulmón?
Una biopsia pulmonar es un procedimiento para extraer pequeñas cantidades de tejido o líquido de los pulmones. El material, llamado muestra, puede tomarse mediante un método cerrado que se realiza a través de la piel o la tráquea. También se pueden tomar muestras mediante un método abierto o cirugía. Las muestras se examinan al microscopio para detectar anomalías.
La biopsia pulmonar es la única forma de confirmar la sospecha de cáncer, y casi todos los casos se diagnostican con una biopsia. Las muestras de tejido también pueden proporcionar otra información. No solo muestran la presencia de cáncer, sino que también pueden examinarse en busca de biomarcadores, o cambios específicos en el ADN que se encuentran en ciertos cánceres de pulmón. Estos biomarcadores indican a los oncólogos si ciertos tratamientos, incluyendo terapias dirigidas, es probable que sean eficaces.
¿Por qué hacerse una biopsia de pulmón?
Existen varias razones por las que los médicos podrían solicitar una biopsia pulmonar. No todas están relacionadas con el cáncer. La biopsia también puede utilizarse para diagnosticar afecciones benignas, como infecciones y tumores benignos. Algunas razones para una biopsia pulmonar incluyen:
- Evaluación de una anomalía en una radiografía de tórax
- Diagnóstico de una infección pulmonar u otra enfermedad pulmonar
- Investigando la causa de los líquidos en los pulmones
- Cómo determinar si una masa pulmonar es cancerosa
- Estadificación de tumores malignos para comprobar su velocidad de propagación
También puede haber otras razones. Si alguien no está seguro de por qué se ha solicitado una biopsia pulmonar, no dude en preguntar. Los médicos tienen la obligación de informar a las personas sobre el motivo de cualquier prueba médica.
Preparación para una biopsia de pulmón
Antes de una biopsia pulmonar, el médico le explicará el procedimiento y le ofrecerá la oportunidad de hacer preguntas o expresar inquietudes. También le dará instrucciones para la preparación. Si bien la biopsia es segura, es fundamental seguir las instrucciones para prevenir complicaciones.
Por lo general, las personas pueden seguir tomando sus medicamentos con normalidad, aunque deben consultar con el médico si toman algún medicamento anticoagulante (diluyente de la sangre). También deben informar al médico sobre cualquier alergia o sensibilidad médica. Es posible que sea necesario suspender su uso antes del procedimiento. Además, deben ayunar (evitar comer y beber) hasta ocho horas antes de la biopsia.
¿Cómo se realiza una biopsia de pulmón?
Existen varios tipos de biopsia pulmonar, cada uno con un enfoque diferente. El método que utilice el médico depende de diversos factores, como el estado general de salud del paciente y la ubicación del tejido sospechoso en el pulmón. El proceso depende de cuál se utilice:
Biopsia con aguja
Una biopsia por punción consiste en insertar una aguja hueca a través de una pequeña incisión en el pecho. Se utiliza una radiografía o una tomografía computarizada para guiar la aguja hacia el sitio de la biopsia. La aguja se utiliza para tomar una o más muestras del pulmón y luego se retira antes de cerrar la incisión.
El procedimiento no requiere anestesia general, pero se puede usar un sedante para ayudar a la persona a mantener la calma. Su duración es de entre 30 y 45 minutos. Si bien la persona puede sentir una sensación de pinchazo o ardor al inyectar la anestesia local, el procedimiento es indoloro. Algunas personas necesitan una breve hospitalización, mientras que otras pueden irse a casa después de unas horas de descanso.
Biopsia Transbronquial
Una biopsia transbronquial utiliza un equipo avanzado llamado broncoscopio. Se trata de una cámara diminuta. El broncoscopio se introduce por la garganta hasta las vías respiratorias, donde se utiliza para examinar tejido y tomar muestras. Se utiliza una sonda nasal para facilitar la respiración y se aplica un anestésico en la garganta para evitar las náuseas.
Al igual que una biopsia con aguja, los procedimientos transbronquiales no requieren anestesia general. La persona puede sentir cierta incomodidad al insertar el broncoscopio. Sin embargo, el procedimiento no es doloroso y las vías respiratorias no se obstruirán por completo. La mayoría de las personas pueden regresar a casa el mismo día del procedimiento y al trabajo al día siguiente.
Biopsia toracoscópica
Una biopsia toracoscópica es una cirugía mínimamente invasiva. El médico realiza una pequeña incisión en la espalda del paciente. Esta incisión se utiliza para insertar un toracoscopio, una especie de cámara diminuta. El toracoscopio proporciona una señal de video para guiar las herramientas del médico mientras toma muestras. Posteriormente, se puede colocar un tubo torácico para extraer el aire o el líquido que quede tras la operación.
El procedimiento dura entre 30 y 90 minutos. Puede requerir anestesia general o no. Después, la persona generalmente puede irse a casa el mismo día si no recibió anestesia general. Quienes sí recibieron anestesia podrían necesitar pasar varias noches en el hospital.
Biopsia abierta
La biopsia abierta es un procedimiento quirúrgico con hospitalización que se realiza bajo anestesia general. Durante el procedimiento, se realiza una incisión a lo largo del tórax que se extiende hasta la axila. A continuación, se separan suavemente las costillas con un instrumento especial. El cirujano examina directamente los pulmones y extrae el tejido sospechoso según sea necesario para la biopsia.
Tras una biopsia abierta, las personas pueden esperar una hospitalización de varios días. Durante este período, se les monitorizará para prevenir complicaciones durante la recuperación. Se les colocará un tubo torácico para drenar el líquido. También se puede utilizar un catéter epidural. Este es un pequeño dispositivo que se implanta bajo la piel para administrar analgésicos, lo que reduce las molestias durante la recuperación.
Después de una biopsia de pulmón
Tras una biopsia pulmonar, se envían muestras de tejido al laboratorio para su análisis. Los resultados pueden tardar algunos días. Una vez listos, el médico programará una cita de seguimiento para analizar el informe patológico.
El informe patológico será negativo, lo que significa que no se encontró cáncer, o positivo, lo que significa que la biopsia identificó cáncer. Si hay cáncer, el informe indicará el tipo. El informe también puede incluir otros cambios en los pulmones, como cicatrices, inflamación o afecciones precancerosas. Esta información ayudará a los oncólogos a planificar el tratamiento más adecuado.
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